viernes, febrero 26, 2010
jueves, febrero 18, 2010
De paseo entre asclepias
El biólogo Xerófilo y yo salimos de tour fotográfico virtual. Tan virtual que él no lo sabe. Pero el objetivo era fotografiar unas flores extrañas que a mí me causan mucho interés. Será por sus colores y su forma (parecen una doble flor), pero también por su toxicidad. ¿Se puede ser tan bellamente malo? Tal vez no son del todo malas. Tienen químicos que son ingeridos por las orugas de las mariposas monarcas. Al realizar éstas su metamorforsis, esas sustancias son transportadas a las alas. Si algún ave intenta tragarlas, las escupirá antes de que mueran (las mariposas y ellos), pues las monarcas les provocan asfixia.
A fin de cuentas, nadie sabe para quién trabaja. Ahí está la bella asclepia de climas cálidos, con su aparición efímera y expuesta a los mordiscos de las orugas monarcas.
Las semillas son muy parecidas a las que presenta Xerófilo en sus fotos. Sólo que estas fueron capturadas en Puxtla, Morelos. Son plantas que no superan el metro, sus flores son realmente pequeñas (escasos 2cm) y veces se les encuentra en potreros, en la orilla de caminos y en cualquier otro lugar lleno de hierbas que parecen poco interesantes. Sólo es cuestión de ser más curiosos y descubrir lo que nos rodea y casi pisamos.
sábado, diciembre 26, 2009
jueves, julio 23, 2009
lunes, julio 20, 2009
miércoles, junio 03, 2009
¡¡¡CONTROL!!!... biológico
En el mundo natural existen animales asociados a cierto tipo de vegetación ya sea para su alimentación, anidamiento, hospedaje como en casos de parasitismo y otros. A estas relaciones le podemos llamar "interacciones interespecíficas (planta-animal)".
Lo más común es pensar en algunos insectos y otros herbívoros de tallas más grandes comiéndose a las plantas. Esto sucede porque existe una cadena alimentaria y afortunademente el mundo es muy verde aún y soporta cierto número de depredadores sin que esto represente un riesgo en las poblaciones vegetales, es decir, tiene una "capacidad de carga". Este número de habitantes comelones es regulado por diferentes mecanismos, principalmente por un control biológico (alguien más arriba de su nivel en la cadena trófica).
Sin embargo, este equilibrio no siempre se conserva. A veces la balanza de la naturaleza está a favor de unos y es cuando ocurren la invasión de las plagas.
Estos de aquí son unos insectitos bastante molestones que han decidido ¿por qué no? vivir y degustar de la savia de mi planta de café. Se llaman áfidos y creo que les dicen también pulgones. Yo los llamaría gandallitas verdes del demonio. Aparecieron sin ser invitados y sin llamar a la puerta, un día ya estaban ahí invadiendo todos los tallos y las hojas nuevas, queriendo pasar desapercibidos con su color verde limón tal como el de los renuevos. Hice un preparado mágico-orgánico para combatirlos: chile, café, tabaco, ajo y cebolla hervidos y después les rocié el agua. No funcionó del todo la magia, eliminó a algunos pero la cubierta de queratina que tienen los insectos es como un escudo protector.
Recordé entonces a las catarinas. ¡Cómo deseaba tener un ejército de ellas! Insecto plaga VS insecto depredador es lo que necesitaba. Algunas veces en mi infancia, colectabábamos mi hermana y yo a las catarinas del jardín. Las colocábamos en botes con hojitas para que se alimentaran. Yo solía abrir los botes para espiar lo que hacían y en mi memoria no está verlas comer. Ellas no se comían las hojas, quién sabe por qué.
Años... muuuchos años después aprendí en la facultad (jajaja) que las catarinas son unas terribles depredadoras de áfidos. Fue que entendí por qué nunca se comieron los platillos vegetarianos que les ofrecíamos de pequeñas.
Unos días después del intento fallido de eliminar a los áfidos de mi cafeto, encontré una catarina que luchaba por su vida tratando de deshacerse de una telaraña de mi ventana. ¡¡Era ella a quien yo necesitaba y una araña quería quitármela!! Por supuesto la rescaté y le presenté su nuevo hogar para dejarla hacer lo suyo...
Es así como se ha dedicado saborear los dulces áfidos molestos.
¿Apoco no es genial? Sin plaguicidas químicos que contaminen, he aquí su labor en el sistema.
Por ahora sólo estamos en busca de pareja catarinosa, para conseguir el ejército. Se aceptan donaciones. ¿Se han dado cuenta de que ya no hay catarinas en los jardines como antes?
domingo, abril 26, 2009
Hierbas de bichos
Existen plantas con nombres comunes alusivos a animales como el epazote zorrillo (Chenopodium foetidum), oreja de burro (Echeveria sp.), ojo de tecolote (Merremia dissecta), lagaña de perro (Plumbago pulchella), mano de león (Geranium seemannii), hierba del piojo (Lobelia cardinales), flor de puerco (Dugesia mexicana) (ahora tan de moda el buen marranito), caña de jabalí (Costus mexicanus), cabeza de guajolote (Smilax lancelolata), ala de murciélago (Passiflora coriacea) y las diferentes colas entre ellas la de caballo (Equisetum sp.), sólo por mencionar algunas cuyos nombres parecen ser parte de recetas mágicas.
Y es que aparte del nombre, muchas de las plantas que están a nuestro alrededor han sido utilizadas para remedios físicos, morales y de amores. Es así como podemos encontrar estas plantas con nuestros hierberitos de confianza o en la jardinera del vecino. La mayoría de estas plantas medicinales provienen de lugares insospechados, de climas diferentes a los nuestros, de tierras lejanas o de difícil acceso. Me gusta imaginar que algunas personas se dedican a extraerlas y se meten en el monte con todo y burro, buscan la plantita, cortan un poco y luego la venden. Claro, suponiendo que hacen un aprovechamiento adecuado. Soy de la idea de que conservar no significa "no tocar", sino saber aprovechar.
Todo esto viene a colación para presentarles una plantita muy peculiar: La cola de caballo.