viernes, febrero 26, 2010
jueves, febrero 18, 2010
De paseo entre asclepias
El biólogo Xerófilo y yo salimos de tour fotográfico virtual. Tan virtual que él no lo sabe. Pero el objetivo era fotografiar unas flores extrañas que a mí me causan mucho interés. Será por sus colores y su forma (parecen una doble flor), pero también por su toxicidad. ¿Se puede ser tan bellamente malo? Tal vez no son del todo malas. Tienen químicos que son ingeridos por las orugas de las mariposas monarcas. Al realizar éstas su metamorforsis, esas sustancias son transportadas a las alas. Si algún ave intenta tragarlas, las escupirá antes de que mueran (las mariposas y ellos), pues las monarcas les provocan asfixia.
A fin de cuentas, nadie sabe para quién trabaja. Ahí está la bella asclepia de climas cálidos, con su aparición efímera y expuesta a los mordiscos de las orugas monarcas.
Las semillas son muy parecidas a las que presenta Xerófilo en sus fotos. Sólo que estas fueron capturadas en Puxtla, Morelos. Son plantas que no superan el metro, sus flores son realmente pequeñas (escasos 2cm) y veces se les encuentra en potreros, en la orilla de caminos y en cualquier otro lugar lleno de hierbas que parecen poco interesantes. Sólo es cuestión de ser más curiosos y descubrir lo que nos rodea y casi pisamos.