Cómo sobrevivir siendo Biólog@ en una ciudad, sin sucumbir en la banqueta esperando...

miércoles, septiembre 24, 2008

Click imaginario

El día de hoy casi al salir de casa vi mi cámara fotográfica muy quietecita y bien guardada en su funda. Pensé: ¿y si me la llevo?, luego se atraviesan cosas interesantes. Pero hasta ahí quedo, el pensamiento se esfumó y llegó otro que decía: ya cargas muchas cosas como pa encima llevarte la cámara. Así que en la entrada del instituto, cuando cruzaba la carretera vi una mariposa amarilla naranjosa con líneas negras que estaba en la banqueta. Cuando me acerqué a verla, volví a pensar: la hubiera traído. Llegué al cubículo donde trabajo y veo por la ventana una parvada de golondrinas revoloteando entre los árboles de enfrente, eran como cien flechas en el aire girando en todas direcciones. La migración ha comenzado y tampoco estaba la cámara.

Subí a las oficinas del instituto para hacer uno de los muchos trámites burocráticos que he de hacer en esta vida y entre los quicios de los escalones había colonias de hongos de color gris que parecían gallardos extraterrestres miniaturas asomándose entre el musgo de la piedra. A la hora de bajar las mismas escaleras, encontré una mariposa "88", igualita a la que retrató tangómana, pero muerta aunque con sus alas perfectas. La tomé entre mis manos para verla mejor. ¿Y la cámara?

Hace unos minutos me disponía a salir a comer cuando escuché el comienzo de la tormenta del día. Muy a mi pesar regresé y me encontré de nuevo con el alboroto de las aves y mi frustración por no salir a comer cuando quise y por no traer la cámara.
Es por ello, que este escrito va así, platicadito para recrear la imaginación. A veces pienso que hacemos uso excesivo de las imágenes, alguna vez escuché que algunos empiezan a llamar a la especie humana Homo videns, en vez de Homo sapiens...