Animalia vs Plantae

Ciertos comentarios del biólogo lector de este blog banquetero, Rodolfo, me hicieron pensar que qué bueno que no me enfrento a feroces fauces con afilados colmillos, punzantes cuernos o astas, fuertes hedores de almizcle o cualquier otra ponzoña.
Eso de trabajar con animalitos de la creación, puede ser peligroso. En cambio, las plantas son tan nobles... ¿apoco no?

Fruto del famoso toloache, Datura stramonium. Foto: Pedro Tenorio Lezama

Cactaceas, la superior es del jardín casi botánico de mi madre, la inferior es algún Agave del jardín botánico de la UNAM. Fotos: Mariana B.

Tronco de la palma Astrocaryum mexicanum. Así tiene el tronco, las hojas por arriba y abajo, y los frutos. Se le encuentra en la región de los Tuxtlas, Ver.

Acacia cornigera, que mantiene relaciones simbióticas con hormigas que habitan en esas espinas con forma de cuernos. Si algún herbívoro (o no) se le acerca con intenciones no favorables, el ejército de hormigas sale al ataque mordiendo al intruso y para rematar, la hormiga expele ácido fórmico... ¡¡habrían de saber lo doloroso que es!! A cambio, las hormigas son compensadas por jugosos néctares de la planta.

Cnidoscolus angustidens, una de las tantas plantas llamadas Mala Mujer.

Pero...¿Qué sería de nosotros si estas plantas existieran?

JAJAJAJA.