Agua

Desde 1991, el 22 de marzo (ayer) se conmemora el Día Mundial del Agua. Propongo que el lema que se use sea un refrán más que conocido:

"agua que no has de beber, déjala correr"

Casualmente esta vez coincidió con el famoso sábado de gloria, día que quién sabe qué pasó para muchos pero HAY QUE MOJARSE, ¡a tirar el agua!

Basta de desperdiciarla, basta de talar los bosques, de tener accidentes (que podrían evitarse) de derrames de petróleo, de no hacer tratamientos de saneamiento para el agua, etc.

Yo espero aprender a bañarme con menos agua, eso es algo que me cuesta mucho pero hay que ser coherentes con lo que uno piensa y hace. Si no, al rato tendremos que bañarmos del modo en que Mariana Massarani, una portuguesa, ilustra así:

Por eso no consumo productos Lala ni de Soriana (¡chin! que balcón) pues se sabe que extraen agua de Cuatro ciénegas, Coah., un sitio de importancia biológica e histórica (en el sentido de historia de la vida) sin igual, declarado Área de protección de flora y fauna... ¿se les olvidó proteger el agua o es que es inerte y por eso no hay problema? Cuando iba a la tiendita más cercana por un litro de leche y sólo me encontraba con aquella marca y otra de fórmula láctea (más bien vegetal y posiblemente menos nutritiva), pensaba: ¿leche nutritiva ecológicamente destructiva o imitación leche? Elegía la imitación leche, principios son principios. ¿Y qué somos sin ellos?

Foto: Valle de Cuatro ciénegas, Coahuila. -Dean Handrickson