Ciudad agreste o ¿quién lleva la delantera?
A prisa no me fijo.
Despacio no se puede.
Una banqueta se ha roto, entre sus bloques se asoma reprimida una raíz. Es el árbol que no grita pero exclama.
Un bache. Es el cauce que reclama su carga, es la lluvia que extraña su andar.
Rápido no me doy cuenta.
Lento, no puedo caminar por mi ciudad.
Hay días que siento la ciudad más agresiva...
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